precisamente en una angustia precipitada
la parte izquierda de mi cabeza
quedó adormecida mientras yo escuchaba
las palabras más frías de un tiempo reciente
por un constante y desmedido absurdo
que de una muerte la tristeza lo ocupa todo
pero como remedio
nunca es lo indicado
simplemente no hay propuesta
para la salvación.
En una crisis de sonidos
y palabras contundentes
es inoperable un sentimiento
y más si es tan sólido
e irrevocable
Ni la derrota es tan doliente
y violenta, como la criminal frase
en un suicidio;
es tan brutal el golpe de ideas
y de tristes emociones
de la lluvia y la salida
sólo es una diferente forma de descansar
pero ahora sin el compromiso
de levantarse y andar de vuelta
sin antes ni después
pero no hay espera en el adiós
aunque vuelva a sonar en el vacío
en un eco
mi ojo sigue temblando
en el sitio más frió de un corazón