viernes, 12 de diciembre de 2008

El Péndulo


Sin duda alguna, les comparto uno de mis favoritos.



¿Sabes cuán complicado es sentir un péndulo oscilando mis oídos en la noche?, ¿sabes del fastidio de tener los ojos abiertos con los parpados abajo y ser victima del sueño y del desvelo?

Esa noche complicaba mi tiempo a una esperanza, un destello que indique la fuerza correcta, o simplemente la insinuación de un desfile inesperado.

Era un gran altar, era una noche vacía y seca pero a la vez completa que daba el indicio de un amanecer cualquiera. Y que pasaría en el día incontrolable; es acaso la detención momentánea del tiempo o sólo es que se le acabo la cuerda a mi reloj de péndulo.

1 comentario:

  1. Sin comentarios para la noche. Y me quedo con los de ferrocarrilero.

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