miércoles, 22 de octubre de 2008

El cabaret de las sonrisas


Y sonríe y sigue sonriendo
Mostrando sus medias de red
Practicando besos con sus amigas tras bambalinas
Acaricia sus húmedas propias partes
Ella salé y baila de forma encantadora
Sus manos seducen el todo
El silencio envuelve sus ojos de miel
Me provoca trepidantemente
Me besa juntando sus labios con los míos
Moviéndolos como si las lenguas bailaran entre saliva
Duermo y despierto con su sabor de mujer eterna
Impaciente de su cuerpo, de su aroma
Es dueña de mi alma
Y yo sigo aquí enamorado de ella
Mirándola bailar
Mientras ella me sonríe de nuevo
Y mis ojos lo traducen en una sentencia:
El cabaret, mi bendición preferida.

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